Cuidado de la piel

La piel seca es uno de los principales problemas de salud de la piel, caracterizado por la pérdida de agua y nutrientes, causada por factores externos como el medio ambiente, el tabaco, entre otros, y factores internos como el envejecimiento (xerosis senil) o enfermedades subyacentes. Su prevención implica la adopción de cuidados correctos, como evitar factores ambientales agravantes y la hidratación e higiene adecuadas de la piel. Cuando la piel del cuerpo se seca demasiado puede volverse extremadamente escamosa, áspera y causar prurito (comezón), tendiendo a formar pequeñas fisuras superficiales.

La psoriasis es una enfermedad autoinmune que se manifiesta en la piel, siendo los codos, las rodillas, el cuero cabelludo, la parte baja de la espalda y las uñas las zonas más afectadas. La sequedad, la descamación y el enrojecimiento de la piel son algunos de los síntomas que tienen un gran impacto en la calidad de vida de estos enfermos.

La piel seborreica se caracteriza por una piel inflamada que causa principalmente descamación y enrojecimiento en algunas zonas. Es una piel con exceso de grasa y se manifiesta en partes del cuerpo como la barbilla, el cuero cabelludo, las cejas, la nariz, en la parte interna y posterior de las orejas, el pecho y la espalda.

Las infecciones bacterianas primarias de la piel afectan aproximadamente al 7% de la población, pero su aparición puede variar en función de varios factores. Es consabido que el verano predispone a las infecciones cutáneas, por facilitar la acumulación del calor y la humedad necesarios para la proliferación de los microorganismos. En relación con la etiopatogenia, son causadas principalmente por bacterias piogénicas de los géneros Estafilococos y Estreptococos.

Las verrugas son pequeñas lesiones benignas de la piel y las membranas mucosas, causadas por una infección del virus del papiloma humano (VPH). La aparición de las lesiones puede producirse meses después del contagio. Pueden aparecer en diferentes zonas del cuerpo, pero afectan principalmente a las plantas de los pies (verrugas plantares), los dedos y las uñas (peri o subungueal), la cara y el cuello (filiformes). Las verrugas se presentan como nódulos, protuberancias duras, y pueden tener una superficie irregular, más o menos áspera, blanquecina o más oscura. Su tamaño es variable y pueden presentarse aisladamente o en grupo.